viernes, 4 de marzo de 2011

Laca Oriental: su influencia en Europa (II)

¡Hola!, aunque aún con problemas con el editor del blog, vamos a continuar con esta sección que hemos abierto para los amantes de Oriente y su arte milenario (ver Laca oriental: su influencia en Europa I), y lo hacemos hablando del resto de paises europeos en los que esta manera de decorar los objetos caló más hondo.

En Francia, el verdadero auge de la laca no tiene lugar hasta el reinado de Luis XV (1.715-74), constituyendo el “vernis Martin” el procedimiento de laqueado de mayor calidad. Esta técnica fue inventada por los hermanos Martin quienes en 1730, obtuvieron una patente para la protección de la misma, convirtiéndose su taller durante el año1748, en Manufactura Real .
Según Huth, H., en su " Lacquer of the West. The history of a craft and a industry 1550-1950", el auténtico “vernis Martin” se caracterizaba por la perfección de sus superficies, conseguidas mediante cuarenta y tres capas de yeso blanco, tras las que se aplicaban cinco capas de pintura, seguidas de quince estratos de barniz. Estratos que se iban puliendo antes de aplicar el siguiente para lograr superficies extraordinariamente lisas, resistentes y lustrosas. En la receta de estos artífices, patentada en 1753, se menciona el ”copal de Brasil”, una resina que confería un brillo extraordinario a estas lacas, y que sería una de las características que determinaron el que llegaran a ser mundialmente famosas. Parece ser que otro de los ingredientes del “vernis martin” era el ajo, algo a lo que se refiere Watin en su tratado sobre el "Arte del pintor, dorador y charolista".
Otras sustancias que pudieron asimismo usarse para la confección de estas lacas y que también menciona Watin son la absenta, la sal y el vinagre. En cuanto a los colores, se emplearon una amplia gama de tonos pálidos, como reacción al negro, que era típico de la época de Luis XIV. Pero uno de los tonos que más contribuyó a la fama del “vernis martin” fue el blanco. Los Martin también utilizaban polvo de diferentes metales, principalmente bronce o cobre que se espolvoreaban sobre la superficie húmeda de la laca, generalmente en los fondos y los bordes, según la técnica de la “venturina” (imitación del maki-e japonés).
Las lacas más célebres de los Martin eran las que carecían de ornamentación adicional, aquellas cuyas superficies con brillos y reflejos podían permitirse prescindir de ella. El “vernis martin” alcanzó un alto grado de perfección. Según Watin, estas obras de arte tenían tanta demanda en su época como la laca oriental y habían conseguido confundir en más de una ocasión a los mayores expertos, de ahí que fueran muy imitadas. Voltaire se refirió a algunos de los “cabinets” de los Martin diciendo que en ellos se había superado “el arte de la china”. Los hermanos Martin lacaron revestimientos murales, carrozas, sillas de manos, muebles, bandejas, cajitas de todo tipo, tazas, objetos de “papier maché”, etc.
Respecto al repertorio decorativo, la gracia, elegancia y caprichosa inventiva de la moda china, favorecen su inclusión en el por entonces imperante Rococó. Por ejemplo, a Antione Watteau y a sus pinturas chinas, se le debe el primer repertorio de mandarines, templos..., que figurarán en los muebles lacados de todo el s.XVIII. Los muebles podían estar recubiertos por paneles de lacas Coromandel, o pintados con el Venis Martin, que es la imitación francesa de las lacas orientales. También se usa la marquetería, o los apliques de bronce dorado con figuras de dragones y pagodas, como podemos ver en la famosa cómoda construída por Charles Cressent, ebanista favorito del regente Felipe de Orleans (ver detalle en imagen izquierda). Ya en el periodo neoclásico, los motivos decorativos se hacen más sencillos y fieles a los modelos originales: en los apliques dorados los dragones son sustituidos por motivos menos llamativos, mientras que las lacas orientales continuan siendo preferidas a las francesas, como podemos ver en el magnífico secrétaire abatible construido por Jean-Henri Riesener para Maria Antonieta (imagen derecha), en el que la negra laca japonesa destaca por la aplicación de guirnaldas y cornisas rectilíneas de bronce dorado, mientras que en el centro de la banda superior encontramos el monograma de la reina.

La difusión de los muebles chinos parece relativamente homogénea en todas las ciudades italianas, pero es en Venecia donde se producen los mejores muebles lacados en un estilo inconfundible, brillante y caprichoso. El s. XVIII veneciano, aunque de una calidad inferior a la de los paises del norte de Europa, tienen poco que envidiar a las producciones francesa e inglesa de la misma época. Aunque Venecia conoce los barnices y las lacas desde el siglo XIII, la auténtica moda por esta técnica decorativa inspirada en China y Japón no se inicia hasta el siglo XVIII, llegando a adquirir una importancia tan extraordinaria que se convierte en el símbolo de una época, en un estilo de vida tanto de la nobleza del momento como de las clases burguesas. El gusto por la laca coincide en Venecia con la influencia francesa en todos los aspectos de la decoración.
Al principio los motivos decorativos son los de la iconografía tradicional china y japonesa: mandarines, animales, árboles, flores y pagodas, sobre fondos muy brillantes en una amplia gama de tonalidades que abarca del amarillo ocre al rojo vivo, del verde al negro o los más delicados rosa y marfil. Y es que la fantasía personal del artesano veneciano se acusa de modo evidente. Más adelante el lacador veneciano interpreta con una enorme libertad los motivos orientales y se deja guiar por su creatividad, componiendo escenas en las que la vida veneciana se mezcla con la inspiración exótica. Como dice Morazzoni, sus chinos comparados con los auténticos resultan falsos, pero están llenos de vida y de alegría.
Las escenas que se representan, de un lujo fantástico, recuerdan a las fiestas venecianas de carnaval. Entre las imágenes destacan los mandarines con coleta en forma de serpiente y largos bigotes, acompañados de siervos con parasoles, y no faltan las damas lujosamente ataviadas. Todo ello en jardines de tipo oriental y entre pagodas. También hay fumadores de opio, bailarinas, princesas tártaras y siervos mongoles. La fauna recuerda al Lejano Oriente recurriendose a menudo a la representación de elefantes, pavos, papagayos, monos etc.
Además del género chinesco se dan en Venecia otros como el pastoril o el floral. Este último alcanza su auge a partir del segundo cuarto del siglo XVIII.
Los muebles son decorados con un originalísimo muestrario de flores, pájaros, figuras y paisajes que combinan a la perfección con las sensuales formas cóncavo-convexas de cómodas, sillas, comodines, trumeaux o escritorios.
Según ciertos autores, la técnica de la laca veneciana consisitía en lo siguiente: sobre madera de conífera se extendía un cierto número de estratos de yeso mezclados con cola fuerte y en dicha preparación se solían reproducir los motivos decorativos que, a veces se modelaban a bajo relieve. El fondo se pintaba por lo general al temple y sobre éste a veces se aplicaban toques dorados. Luego toda la superficie se revestía de varias capas de barniz transparente. Un trabajo que se aplicaba a los objetos más variados; desde puertas a bandejas, cajas de aseo, cajas de lunares o de pestañas, abanicos, cepillos, zapatos etc y sobre todo a los muebles.
Una variante de la laca veneciana es la técnica del “arte povera” también denominada “laca povera”, “laca contrafatta”, “industria povera”, etc. Este método fue ideado para responder con un coste menor a la incesante demanda existente de objetos lacados. Consistía en encolar con cola fuerte en la superficie, normalmente monócroma, del objeto a decorar imágenes recortadas extraídas de grabados ejecutados en papel especialmente fino que luego venían recubiertas de diversas manos de sandaraca. Dichos grabados, normalmente coloreados a mano, a veces estaban especialmente creados para ser utilizados con este método y eran realizados en famosos talleres de grabado como los de Marco Ricci, Zaiss, Zucarelli, Amigoni, Remondini de Bassano etc. Entre los muebles de “arte povera” se encuentran algunos muy preciados y conviene señalar que el adjetivo “povera” sólo indicaba el menor coste de producción de los mismos, en comparación con aquellos a los que nos hemos referido anteriormente (ver imagen de trumeau derecha). Esto se debía a que si bien el precio de los grabados era elevado, el proceso técnico que se llevaba a cabo requería menos tiempo de ejecución.
Por último cabe señalar que el método de la “venturina”, a imitación del “maki-e” oriental fue frecuente en Venecia. Consistía en la aplicación de polvo de diferentes metales, principalmente bronce o cobre que se espolvoreaba sobre la superficie húmeda de la laca, generalmente en los fondos y los bordes. Recibía esta denominación debido a que con ella se conseguía producir un efecto estético similar al de la piedra dura así llamada. Aunque la laca veneciana es la más conocida, dicha técnica decorativa no solo se desarrolló en esta ciudad sino que también existían centros activos de laca en ciudades como Roma, Génova, Turín o Lucca.

En lo que se refiere a Portugal, la laca portuguesa recibe diferentes denominaciones:“alacre”, “lacre”, “acharâo”, “achará”, “acheyrao", “charâo” etc, siendo éste último uno de los más empleados. El término “charâo” parece derivar de la palabra china “chi-liau” o “chi-yao”( laca + tinta u óleo).
Aunque la laca oriental se conoció en Portugal antes que en otros lugares de Europa, ya que las relaciones comerciales entre este país y el Lejano Oriente se inician desde la primera mitad del siglo XVI, a través de sus establecimientos en la India, China y Japón, parece ser que la aceptación e imitación de la misma no se dio sino tardíamente y a través de interpretaciones europeas, principalmente inglesas. Dicha influencia inglesa se manifestó intensamente en las piezas lacadas lusitanas llegando éstas a parecerse mucho, al menos estilísticamente, a aquellas producidas en Inglaterra.

Uno de los rasgos distintivos del “charâo” portugués era la abundancia de capas de policromía , o el que los motivos dorados se bordearan de negro para conseguir con ello un aspecto de relieve. En cuanto al color de estas lacas, abundan los fondos oscuros: negro azulado, negro verduzco o negro humo. Pero también se emplean con frecuencia aquellos colores que para el cristianismo poseen un significado particular como el azul que simboliza la fe, el blanco que se refiere a la pureza, o el rojo que alude a la actividad humana . Existe la posibilidad de que los lacadores portugueses consultaran determinados tratados en los que aparecían recetas de laca como el de Bernardo Montón denominado "Secretos de Artes liberales y mecánicas". Dicho autor afirma que la técnica del “charâo” portugués se solía realizar con un barniz a base de goma laca disuelta en alcohol que después venía pulimentado con piedra pómez a tampón y sucesivamente con piel de gamuza. A continuación se fijaba el pan de oro con un mordiente, aunque también se utilizaba oro en polvo mezclado con aceite.
Cabe señalar por último en relación a la técnica del “charâo”, que con frecuencia se combinaban en un mismo objeto pintura y laca. El mayor repertorio de piezas de laca portuguesa era de tipo religioso y muchas de ellas estaban destinadas a los monasterios (sillas de coro, órganos portátiles, relicarios etc.).
En cuanto al mobiliario doméstico lacado, se producen prototipos típicamente ingleses como los relojes de pie o los burós llamados en Portugal “papeleiras”. Por lo que respecta a los motivos decorativos de la laca portuguesa, éstos a menudo se inspiran en los orientales, aunque se interpretan de manera más libre, ingenua y espontánea que en otros lugares. Son frecuentes los paisajes en los que aparecen pequeñas pagodas e imágenes humanas tocadas de sombreros cónicos, a los que se asocian escenas campestres y cortesanas, con damas ataviadas según la moda europea de la época, músicos y edificios propios de nuestro continente, además de ornamentos clásicos como “puttis” o “gracias” entre “grutescos”. También son frecuentes los temas religiosos, abundando por ejemplo en los cabeceros de las camas.
Entre los ejemplos más interesantes de “charâo” portugués, podemos destacar la Biblioteca de la Universidad de Coimbra, realizada en1.723 por Manuel de Silva (ver imagen izquierda). Un lugar que ha sido definido como “la más bella Biblioteca Universitaria del mundo”.

En España, debemos hablar del charol español, aunque podía recibir diversas denominaciones como: laca, lacre, laque, betún jaque, etc...El término charol deriva del portugués charâo, que como ya dijimos procedía a su vez del chino.
Se desarrolló probablemente a partir de la segunda mitad del siglo XVII, y no solo se aplicaba al mobiliario sino también a otro tipo de objetos como carruajes, sillas de manos o instrumentos musicales.
Esta técnica debió de tener una cierta difusión en nuestro país, llegando probablemente a valorarse en algunos momentos, incluso por encima de otras técnicas decorativas como el dorado o la pintura. La técnica de laqueado española recibe una fuerte influencia del jappaning inglés debido a que se importaban enormes cantidades de lacas de este país. De hecho la laca roja tan frecuente en Inglaterra también fue muy popular en la Península Ibérica. Por lo que se refiere a los motivos decorativos abundan las chinerías de carácter muy ingenuo, a menudo perfiladas de negro como en Portugal. También eran frecuentes los asuntos religiosos o los que reflejaban escenas de tipo cotidiano.

Para terminar quisiera hacer un breve resumen de las tipologías mobiliarias que más difundidas estaban durante la "moda de los muebles chinos".

La cómoda: es uno de los más habituales; puede ser con puertas o sin ellas. En Francia e Inglaterra los frontales suelen ser paneles lacados orientales o lacas de imitación: japanning. Los motivos decorativos de bronce dorado repiten esquemas orientales o son rococós o neoclásicos.
Las cómodas venecianes presentan habitualmente forma abombada y carecen de apliques de bronce. La decoración es floral.

Las sillas: presentan un aspecto menos rico y pueden estar lacadas en rojo, verde y negro con ligeros motivos florales, o bien ser de madera natural. Los respaldos son rígidos, suavemente curvados es "S" o decorados con trenzados.

Trumeau: Mueble de dos cuerpos, formado por un tablero abatible y un espejo, generalmente rematado por una moldura. En Venecia era habitual encontrarlos lacados en rosa, celeste o verde, con motivos decorativos en oro o blanco. Las portezuelas superiores podían tener espejos o estar finamente decoradas.
Los trumeaux ingleses presentan un aspecto más austero, los motivos chinos se limitan a los calados de las molduras y a las puertas de la parte superior.

Secrétaire: se trata de un mueble importante; el modelo francés puede estar completamente lacado o sólo las puertas. Abundan los apliques de bronce dorado, mientras que la parte superior puede estar rematada con un mármol o con un cuerpo más pequeño.
Los secrétaires ingleses son menos vistosos. La parte inferior puede tener cajones en lugar de puertas y sobre el tablero abatible se coloca un tablero librería con una rejilla china de motivos geométricos que cubre el fondo y los lados.

Fuentes: - Ordónez, Cristina. Texto "El mueble lacado. Métodos europeos hasta el s.XIX".

               - Lucie-Smith, Edward. "Breve Historia del Mueble". Ediciones del Serbal.
               - Montenegro, Riccardo. "Muebles". Editorial Anaya.

Espero que la información os haya sido de interés.

¡Un saludo y hasta pronto!

1 comentario:

  1. Hola, buscando en internet tutoriales para "Coromandel" encontré su pag. y quizas puedan orientarme desde su propia experiencia.
    Desde chica hubo en mi casa un cuadro coromandel, negro con bajo relieve e imagenes orientales, unas grullas con unas plantas desconocidas para mi.En los bajos relieves estaba pintado como si fuera un patinado. La persona que los realizaba murió hace muchísimos años y lo unico que puedo recordar es que me decian que tenia muchísimas capas de laca, intercaladas con capas de tiza....
    Hoy tenemos un taller de arte en Pinamar, con distintos profesores y distintas disciplinas. Realmente sería un placer, me pudieran asesorar a conocer la técnica para poder realizar alguno en el taller de pintura.
    Desde ya muchas gracias.
    Espero su respuesta en mi correo electrónico:
    patriciapinamar@hotmail.com

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