sábado, 7 de enero de 2012

Restauración de un secreter con marquetería del s.XIX

Hola amigos, quisiera comenzar esta entrada deseándoles SALUD y FELICIDAD para este año que comienza, ya que creo que estos dos elementos, ¡son la esencia de la vida!.

Por otro lado, haciendo balance del Blog en este pasado año 2011, no puedo menos que comentarles, lo contenta y sorprendida que estoy al ver la cantidad de visitas recibidas y la diversidad de procedencias de los lectores: España, Alemania, Italia, Praga, Rusia, México, Perú, Ecuador, Argentina, E.E.U.U... A todos ellos un enorme abrazo. Aún me parece increible, que lo que en principio comenzó como una manera de compartir la pasión por mi trabajo, con  lo que yo creía iba a ser, un pequeño sector de la población, se haya convertido en una página de referencia para muchas personas que además, se ponen en contacto conmigo para pedirme consejo, o comentarme lo interesante que les parece el trabajo que hago. 

¡Yo estoy muy contenta, y de verdad que agradezco los comentarios y visitas, ya que me animan a seguir adelante con esta andadura!

Bueno, a lo que íbamos!, que seguro que os interesa ver el proceso de restauración de este coqueto secrétaire español (podemos usar la versión españolizada secreter, según la Real Academia de la Lengua), de mediados del s.XIX, -un claro revival (recuperación de un estilo del pasado) de los muebles de estilo rococó franceses-, perteneciente al periodo isabelino. Os recuerdo que en este periodo, podemos distinguir tres subestilos: el Neogótico, el Neoclásico y el Luis XV, siendo este último el más destacado.

El mueble, decorado con marquetería (puttis, flores y guirnaldas) y apliques de bronce, consta de dos cuerpos: una mesa de patas cabriolé con gaveta y tabla de escritorio corredera, y un cuerpo superior con dos pequeñas gavetas, dos puertas y estantes.

Cuando llegó al taller presentaba gran deterioro producido por el ataque de insectos xilófagos, pérdida de chapilla, y la suciedad y los rebarnizados habían ocultado el color original de la marquetería y los bronces.









El primer paso fue analizar qué insecto había producido el daño y hasta qué punto había afectado al mueble. Las zonas más dañadas eran la puerta derecha y el techo. Al desmontar la puerta que en un primer momento parecía estar en buen estado, comprobamos que sonaba "como una maraca" (los gránulos que suenan se llaman pellets y son los excrementos de los insectos), lo cual indicaba que el ataque era de termitas, pues como ya sabemos, se alimentan de la madera dejando una fina lámina externa que las protege de la luz, y por ello no nos damos cuenta de su presencia hasta que en muchas ocasiones es demasiado tarde.

Para poder ver hasta qué punto estaba afectada la puerta, desmonté el medallón que la decoraba y se descubrió lo que podemos ver en las fotos. El ataque había dejado la puerta en un estabo muy delicado, peligrando fundamentalmente la marquetería. 

 Pero el techo representaba un problema mayor, ya que había perdido gran parte de su marquetería, concretamente la zona de la raiz (que aparecía rellena de cera), así que desde un primer momento se planteó la labor de reconstrucción, pasando por la sustitución del tablero de soporte.

Los laterales del cuerpo superior también presentaban ataque, y algún que otro punto muy localizado del mueble.

Procedimos pues a la desinsectación del mueble en varias fases, para asegurarnos de su total erradicación.

Una vez realizada esta labor desmontamos los bronces de todo el mueble, guardándolos con su ubicación señalada y con sus clavitos y tornillos correspondientes, labor ésta muy importante, ya que a la hora del montaje podríamos tener problemas si intercambiamos piezas.

Y procedemos a la limpieza. En este caso no se recurrió al decapado por motivos de seguridad, ya que la marquetería era de colores, y la potencia de los productos químicos podía afectarlos. Así que con lanilla del nº000, se pulió toda la superficie, con lo que conseguimos preservar la pátina y eliminar la suciedad superficial que ocultaba los bellos colores de las diferentes chapillas de la marquetería.



  La limpieza la realizamos sobre las piezas del mueble que no necesitaban reposición de chapas o reconstrucción, así, que una vez limpias la piezas sanas vamos a empezar la labor de reconstrucción, y lo hacemos con la puerta, recordando que ya está desinsectada. 

Para darle consistencia inyectamos un producto consolidante en las galerías horadadas por los insectos, que además crea cuerpo y rellena; una vez seco el producto encolamos una chapilla a la trasera del medallón para crear una superficie donde poder aplicar la cola y al mismo tiempo otorgarle más rigidez a la pieza. Y por último pegamos de nuevo el medallón a la puerta.

Ahora es el momento de pegar algunas pequeñas piezas de la marquetería que se habían soltado o que estaban a punto de hacerlo. Y una vez seca la cola procedemos a limpiar de la misma manera que el resto del mueble.
Es el momento de realizar la parte más delicada de este trabajo: la reconstrucción del techo del cuerpo superior. ¿Por qué digo que es la parte más compleja?. 1º porque es un labor que requiere paciencia y muchas horas de dedicación, pero lo 2º y más importante es que debemos recuperar en la medida de lo posible las chapillas originales de la marquetería, para procurar preservar lo máximo posible la imagen original del mueble. Si la chapilla que usásemos fuese nueva, el trabajo de esta zona se diferenciaría demasiado del resto del mueble, así que...debemos levantar con mucho cuidado, un bisturí y una espátula, las chapillas "rescatables".

Pero vamos por pasos:
1º. Desprendemos la parte afectada del mueble, con mucho cuidado de no dañar la marquetería de los bordes. Comprobamos que el ataque de los insectos ha dejado la tabla totalmente destruída.

2º. Fabricamos una tabla de iguales dimensiones a la que retiramos, y traspasamos el dibujo de la composición de la tabla antigua a la nueva, por medio de papel de cebolla y calco.

3º. Y ahora sí, vamos despegando las pequeñas piezas de la tabla antigua y las vamos presentando, en la misma ubicación, sobre la tabla nueva.







Hay otros métodos, que por medio de calor y un papel que pegamos sobre la marquetería, levantaría toda la composición al mismo tiempo. Pero en este caso, la pieza estaba en tan mal estado que hubiese sido imposible, por lo que se optó por ir poquito a poco.

4º. Pegamos los pedazos que hemos podido salvar y reconstruimos los que faltan. La pieza central de raiz, se tuvo que reponer por completo.
5º. Limpiamos la superficie para poder eliminar la suciedad de las chapillas antiguas, y procedemos a igualar el color de las nuevas.
6º. Ya podemos encolar la tabla en su posición original; lo siguiente es chapear el canto para igualar con el resto del mueble y corregir posibles oquedades y desniveles. ¡Y dar el acabado!.

El resto del trabajo se basó en el encolado de una pata partida de la mesa y el rechapeado de algunas piezas faltantes en la marquetería de la mesa, y la reconstrucción por medio de masillas de resina de algunas zonas de la raiz de los laterales que presentaban pérdida de material.  La limpieza de los bronces se realizó mediante cepillado con cera.

El acabado se realizó con goma-laca aplicada a muñequilla y éste fue el resultado.




Un nuevo ejemplo de cómo casi siempre hay alguna solución para salvaguardar el patrimonio mobiliar, respetando los criterios de restauración, por muy deteriorado que se encuentre.

¡Un gran saludo, y espero que los reyes les hayan traído todo aquello que realmente deseaban!

6 comentarios:

  1. me encanta el trabajo que realizas y es todo un arte mis mas sinceras felicitaciones

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    1. ¡Muchas gracias!, ¡sus palabras me enorgullecen!. Siempre es de agradecer que se valore y admire el trabajo que realizamos, lo más honestamente posible. Un gran saludo.

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  2. Magnífico trabajo!!!

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  3. Excelente artículo!!!
    Gracias por compartirlo!!!

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  4. Me encanta lo que hiciste!! me parece precioso tu trabajo. Seria feliz estudiando restauracion pero lamentablemente en Venezuela no existe esa catedra, asi que imposible. Recientemente compre una pequena mesita costurero antigua con marqueteria en la tapa y en el dibujo central le faltan algunas piezas de chapilla. Habia pensado en comprar un trozo de chapilla y adaptarlo a las partes faltantes, pegarlas con cola y luego encima tratar de pintar los dibujos. y luego tratar de igualar el acabado fnal. Es una escena de un baile tipico espanol y faltan trocitos de la falda y piezas asi. Sera que es buena mi idea o crees que perdera su valor si lo arreglo de esa manera? No quisiera danarlo. Antes se conseguian en mi pais artesanos europeos que hacian este tipo de trabajos pero hoy en dia...no se consiguen los materiales o los artesanos se regresaron a sus paises de origen !! Lamentable! Gracias y si tienes algun consejo quedarme te lo agradecere! Saludos

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