lunes, 19 de marzo de 2012

Restauración de un bureau de finales del s.XIX.

¡Hola de nuevo!,  hoy os muestro otro trabajito que ha salido recientemente del taller.


















Se trata de un "bureau", o escritorio de tapa abatible, con compartimentos interiores para guardar correspondencia o útiles de escritorio, y tres gavetas de diferentes tamaños.

Cuando llegó al taller presentaba una oscura capa de pintura.Tras retirarla descubrimos el motivo de haberle aplicado este acabado y es que el mueble había sido restaurado con anterioridad y aparte de haberle sustituido los frentes de las gavetas y la tapa abatible por piezas de otra madera (que salvo la capa de pintura presentaban un estado de conservación correcto), las grietas y defectos de la madera original (nogal), habían sido rellenados con estuco blanco.

Nosotras imaginamos que tras haber hecho estas correcciones se pintó de oscuro y así se solucionó el problema de igualar las maderas y las reintegraciones.

Pues nuestro trabajo consistió justamente en hacer lo que no se hizo en el pasado: procurar que la veta de la madera quedase al descubierto con un aspecto lo más igualado posible.















Para poder limpiar la pintura por completo, y acceder a la zona de los compartimentos interiores, se desmontó la tapa superior y la trasera del bureau, que nos daba acceso a este espacio, y así poder desclavar las tablillas que conformaban dichos compartimentos así poder  limpiarlas con comodidad. Aprovechamos también para encolar algunas piezas partidas.

También eliminamos un tapete de fieltro que cubría el interior del escrtorio, y que claramente era un añadido utilizado para cubrir una zona deteriorada.

 El mueble presentaba ataque de carcoma, y aunque éste no parecía activo, aún así decidimos desinsectar.

Tras realizar este paso, nos centramos en el cuerpo del bureau que era el que presentaba peor estado y comenzamos a enmasillar las zonas en las que se había perdido el estuco antiguo, o en las que habían aparecido nuevos daños. Una vez seco y lijado damos los primeros toques de color, y una mano de tinte-guía. A partir de ahí iremos jugando con lápices de retoque para completar el dibujo de las vetas, que al pasar sobre las zonas de estuco, ayudan a disimular el defecto ("efecto óptico").

Aunque el acabado del bureau será a la cera, vamos a utilizar la goma-laca como fijador del color, y base para el dibujo de la veta. Sobre estas capas de barniz jugamos con capas de tinte con base alcohólica (mezcla de roble anticuario-nogal), lo que hará que se fije con la goma-laca que también tiene base alcohólica. Cuando aplicamos el tinte lo hacemos con mucho cuidado de no remover lo ya dibujado.

Por último, cuando  hemos conseguido mediante las capas de tinte, goma-laca y retoques, igualar el aspecto del escritorio, aplicamos la cera. En este caso vamos a usar dos tipos, por un lado calentaremos al baño maría una mezcla de cera de abejas, carnaúba y pigmentos nogal, que aplicada en caliente, nos servirá para rellenar los pequeños agujeritos practicados por los insectos, y que no merece la pena rellenar con masilla (más laborioso y con peores resultados).

El segundo tipo de cera, será una marca comercial que presenta una cera con pátina roble medio, que confiere unos acabados muy apropiados a los muebles antiguos.

Finalmente colocamos los herrajes. Al no tener los originales, optamos por unos, bastante apropiados al estilo del mueble.



Aunque no lo parezca este tipo de trabajos son muy laboriosos..., pero nosotras estamos contentas, y sus dueños más!

                                        Un gran saludo y hasta pronto!
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