domingo, 10 de febrero de 2013

Restauración de un Retablo Dorado y Policromado

Hola amigos, como siempre tengo que empezar pidiendo disculpas por no actualizar el blog más a menudo... Hemos tenido unos meses locos: dos Ferias de Antigüedades, trabajo en el taller, trabajo fuera del taller... y ahora mismo, gestionando un ilusionante proyecto del que os daré cuenta en breve!

Pero hoy, he encontrado un ratito de tranquilidad, así que quiero compartir con vosotros uno de los últimos trabajos que he terminado. Se trata de un retablo policromado del s.XVIII.

Nos enfrentamos a varios problemas:
                
- deterioro del oro y desafortunadas intervenciones en el estuco
- deterioro de la policromía
- ataque de carcoma
- pérdida de materia ocasionada por fracturas en la madera y por el ataque de la carcoma

Estas son algunas de las fotos de los deterioros.




























         Comenzamos los trabajos consolidando las zonas que estaban más deterioradas, tanto de los dorados como de la policromía.

         Usamos Primal, ligeramente diluído con agua destilada, para consolidar la capa preparatoria de la madera, el estuco. El Primal AC 33 es una emulsión  acuosa de un polímero acrílico, que se utiliza para la consolidación de mampostería antigua, piedra arenisca y mortero, ofreciendo una excelente durabilidad y flexibilidad. Generalmente se aplica por inyección y  mediante calor directo (espátula caliente), se acelera su secado y la fijación del estrato.

         Para consolidar el oro y la capa pictórica usamos coletta italiana; esta receta se usa desde hace siglos como consololidante de la capa pictórica y adhesivo. ¡¡Al final de esta entrada os la dejo !!!.

         Una vez que aseguramos la fijación de las zonas frágiles, procedemos a desinsectar, casi como medida preventiva de posibles nuevos ataques, ya que la coloración marrón y el aspecto deshidratado de los "pellets", -defecaciones de los insectos-, nos señalaban que el ataque era antiguo y no activo. Lo realizamos mediante inyección (limpiando previamente las cavidades mediante aire a presión), e impregnación de la superficie. Para ello se realizaron catas previas, que asegurasen la compatibilidad del insecticida a usar y la policromía, ya que los disolventes usados en la elaboración del primero, podrían afectar a la capa pictórica.

    A continuación comenzamos los trabajos de restauración de las zonas doradas, procediendo como ya os conté en el caso del Saloncito Luis XV .

   En este caso nos encontramos con la dificultad de que, con anterioridad, se había intentado recomponer el estuco faltante con una mezcla muy gruesa y de difícil lijado, no con estuco de doradores (lo podéis observar en las fotos). Así que el paso previo fue rebajar y dar forma a dicha capa, mediante lijas y rascadores. Aplicamos el bol, oro, y bruñimos.





  Una vez rematado el trabajo del dorado, pasamos a reconstruir partes faltantes de la talla, que en este caso se hizo copiando, mediante modelado, del natural, sin el uso de moldes, ya que ninguna talla era igual, se notaba mucho la impronta del artífice, y quise respetarla, en la medida de lo posible, reproduciéndola de forma directa.





  



Tras esto, pasamos a los retoques pictóricos, que se llevaron a cabo con acrílicos, protengiendo el resultado con cera

  
La trasera del retablo la protegimos y consolidamos con Paraloid diluído, aplicado a brocha, lo que nos asegura una buena barrera, que impide una nueva infestación, y la proliferación de hongos. Recordemos que el Paraloid B-72 (existen diferentes numeraciones en función de su composición y uso), es una resina acrílica termoplástica (cuya base es un copolímero de metacrilato de etilo y acrilato de metil), de dureza mediana, flexible e insensible a la luz y al envejecimiento, que se usa en restauración como adhesivo, consolidante y fijativo. Añado que además nos sirve como fungicida.

                                                               Éste es el resultado final.





  
Y ya por fin, albergando a su inquilina...,
la Virgen de Candelaria, conocida cariñosamente en Canarias como "la Yayita".



La imagen es una réplica exacta de la original, que podemos encontrar en la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria, en el Municipio de Candelaria, Tenerife.

Espero que os haya gustado...para mí ha sido un placer realizar este trabajo.

                         Y como lo prometido es deuda, aquí va la receta de la coletta italiana:

                                      Las proporciones son para un kilo de cola.

                                     - 1 kilo de cola de conejo o de pescado
                                     - 1 litro de agua
                                     - 50 ml de hiel de buey
                                     - 1 litro de vinagre
                                     - 0,50 grms de fenol

            La cola se deberá mantener en remojo durante 24 horas, hasta su completa hidratación; pasado este tiempo, se eliminará el agua sobrante y junto con la hiel de buey y el vinagre, se pondrá al baño maría, hasta su completa disolución. Es entonces cuando añadimos el fenol que actuará como fungicida, para evitar la aparición de microorganismos.

            La mezcla se extiende en una bandeja, y cuando gelatinice, se corta en cuadraditos, a los que iremos dando vueltas, hasta que seque por completo por todas sus caras.

            Y lo dicho, este preparado nos servirá de adhesivo, por ejemplo para reentelados, o para consolidar la película pictórica.

                                            Hasta prontito!
                               
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