domingo, 15 de septiembre de 2013

Restauración de un espejo Imperio

Hola amigos lectores, como ya os anuncié hace poco, hoy vamos a hablar de restauración de dorados.

Se trata de un espejo Imperio, de madera estucada, dorada y corlada (técnica que consiste en imitar el dorado usando plata fina teñida con goma-laca y tintes naturales como azafrán, cúrcuma...) en zonas concretas. Conservaba el espejo original, y aunque tenía el azogue bastante deteriorado, ya sabéis que es muy importante en lo que respecta al valor final de la pieza.

Cuando llegó a mis manos..., bueno..., estaba deshecho... Las termitas habían decidido comérselo casi por completo..., porque como ya sabréis los seguidores del blog, son insectos lucífugos, y a la vez que se alimentan de la madera, van dejando una fina capa externa, que las protege de la luz. Esto, en muchos casos, supone un gran problema a la hora de localizar el ataque, ya que de cara al "público", el mueble está intacto. Eso sí, si palpáis el mueble, y hacéis un poquito de presión en los puntos atacados por las termitas, la capa de "papel de cebolla" cederá, y se derramarán todos los "pellets" o defecaciones de los insectos, e incluso, si el ataque sigue activo, podréis ver a estos pequeños insectos albinos comiendo sin parar.

Aparte de eso, el oro estaba muy sucio, y tenía numerosas faltas en el estucado, incluyendo la pérdida completa de una pieza tallada del lateral.

Éstas son las imágenes del aspecto inicial del espejo.
Suciedad general, roturas varias en el estucado y faltaba la pieza del lateral superior izquierdo
Detalle de grietas y faltas


El copete estaba prácticamente desprendido del cuerpo del espejo, ya que era una de las zonas más afectadas por la termitas
Detalle de cómo la cáscara del dorado que las termitas dejaron para protegerse, había cedido.
Éste era el aspecto inicial de la trasera del espejo..., antes de quitarle las maderas que cubrían la luna...

Y ésta, la sorpresa que hallamos cuando quitamos las tablas....
El proceso de trabajo pasó por : 

- la limpieza general de todo el espejo, mediante el uso de hiel de buey.


- la eliminación de todas las capas de "papel de cebolla" de la trasera, para poder vaciar las galerías de excrementos, y así poder desinsectar correctamente. Aunque en este caso, el ataque de los insectos no estaba activo, se realizó el tratamiento preventivo y protector de la madera.


- la aplicación de consolidante Paraloid a la madera atacada, ya que de no hacerlo, al aplicar masilla de relleno, ésta podría generar tensiones en la madera, en el estuco y por último en el oro, agrietándolo.


- una vez seco el Paraloid, enmasillamos, estucamos, lijamos hasta nivelar con el resto de la superficie, y aplicamos bol amarillo, que fue el empleado originalmente en este espejo.


- a continuación, fijaremos el copete, que fue la pieza que más problemas dio, para ello previamente se "apuntaló" con masilla toda la zona comida por las termitas.

- se encoló todo el espejo, y se le añadieron unas piezas de refuerzo en las esquinas, ya que el espejo había quedado muy debilitado tras el ataque de las termitas, y a pesar de haberlo rellenado con estuco, es preferible no arriesgar. Estas piezas se protegerán y barnizarán, para evitar futuros ataques de xilófagos e integrarlas en el espejo.





- en la parte frontal, se rehízo la pieza que faltaba en el lateral, y todas las faltas del estuco



- finalmente estucamos todo lo reconstruido en la parte frontal, y ya está listo para reintegrar las lagunas del dorado.




En este caso, para conseguir el efecto deseado, optamos por reintegrar las lagunas mediante la técnica efecto-oro.

Le colocamos su espejo, una trasera nueva y...

Éste fue el resultado...






La anécdota es que este espejo fue encontrado en la basura... Hubiera sido una verdadera lástima perderlo, ¿verdad?


Un gran abrazo, la próxima entrada... ¡Sorpresa!



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