lunes, 24 de octubre de 2016

Restauración de un secreter Boulle

¡Hola a todos!. Tras un periodo (más corto de lo que hubiese deseado) dedicada a la más hermosa de las labores, la maternidad, regresamos al blog con uno de los últimos trabajos realizados en el taller antes de mi retirada.

Se trata de un bonito secreter estilo Boulle, probablemente de mediados del s.XIX como podemos deducir, entre otras cosas, por su claro estilo clasicista; recordemos que a principios del s.XIX, se retoma el gusto por la estética renacentista, recibiendo esta época el nombre de Neoclasicismo. La técnica constructiva y el aspecto de las maderas, también son indicativos de su antigüedad.






La técnica decorativa con la que está realizado, recibe el nombre de Boulle, debiendo su nombre precisamente a su primer artífice André-Charles Boulle, ebanista del rey Luis XIV, y quien crearía una técnica de marquetería a base de metales (cobre, estaño, latón) combinados con materiales orgánicos (carey, madre-perla, marfil). En este caso, latón y carey sobre fondo negro y con tapa de mármol rosado.


Pues bien, cuando este mueble llegó al taller, el mayor problema que presentaba era el ataque de insectos xilófagos, con lo que el primer paso a realizar fue todo el proceso de desinsectación, en este caso combinando insecticida con un envoltorio al vacío (anoxia). Tras un periodo de 15 días, repetimos el tratamiento. Una vez finalizado este proceso, nos dedicamos a reconstruir las zonas que los insectos había devorado: sobre todo patas y bajos. También tuvimos que rellenar infinidad de agujeros de salida de los insectos, concentrados en su mayoría en la trasera.

Otro de los problemas que encontramos fue que faltaban algunas piezas del latón y del carey de la marquetería, así como algunos de los filetes de latón que estaban incrustados en los laterales del mueble y en las gavetas. Para reponer las piezas de marquetería, sacamos las plantillas de la zonas afectadas y trasladamos el dibujo a las planchas de latón y de carey. Las recortamos con la sierra de marquetería (en este caso eléctrica) y las insertamos en sus respectivos espacios, encolándolas con cola animal. En el caso de los filetes de latón, conseguimos las piezas que faltaban, y las encolamos con el mismo procedimiento que la marquetería.



Una vez realizadas estas acciones, procedimos a limpiar los bronces y a pulir la superficie (tanto el metal incrustado como el resto de materiales y barniz), preservando de esta manera el acabado original al no decaparlo. Una vez pulido procedimos a aplicar goma-laca (acabado original), devolviéndole así el brillo a la superficie.

Por último, nos centramos en la tapa de mármol, que presentaba numerosas pérdidas de material en su superficie. Las recompusimos con masilla epoxi y tras el lijado, para igualar la textura, imitamos las vetas con paleta de acrílicos.

                                                 Y aquí tenemos el resultado.




¡Espero que les haya resultado interesante!

¡Hasta pronto!



miércoles, 25 de febrero de 2015

Restauración de un Gramófono Prinz Heinrich.


Hola amigos, ya estoy de vuelta por aquí y vengo con novedades que seguro os resultarán atractivas. Quiero presentaros a un nuevo colaborador del blog: se llama Reinhard (ya se presentará él a continuación) y va a tener un espacio, que llamaremos "El Rincón del profesor", en el que periódicamente nos deleitará con sus restauraciones y conocimientos sobre gramófonos, relojes y otros interesantes objetos. Hace ya muchos años que lo conocí en una estancia de él en Tenerife y no puedo más que estarle muy agradecida por su "presencia" en mi vida y su interés en esta atractiva colaboración.  

Sin más preámbulo, os dejo con él:


Primero quisiera darle mil gracias a Eva Guadarrama que me invita a participar en su blog RESTAURATA  una plataforma maravillosa para todos interesados y entusiasmados de la belleza de las antigüedades - y sobre todo del milagro de la "segunda vida" que las regalan los restauradores.

Mi nombre es Reinhard Haefele, tengo 59 años y trabajo de profesor para alemán y dibujo. Vivo en Austria, en la zona del Lago de Constanza,  muy cerca de las fronteras con Suiza y Alemania.
Al lado de otras mi pasión más grande es  coleccionar  fonógrafos y gramófonos antiguos (www.phonograph-gramophone-collection.com), también  equipos auténticos de los indígenas norteamericanos ( Lakota, Cheyenne, Crow  etc. - antes de 1900).

Además poseo como herencia de mis padres una colección de relojes antiguos que estimo y cuido mucho.
Jovenes coleccionistas en la  mayoría no tienen mucho dinero a su disposición . Eso fue el caso conmigo también, una circunstancia que me obligó conseguir objetos de mal estado y/o incompletos - ¡y por eso económicos! Objetos que luego empezé a restaurar con gran entusiasmo - ¡ no siempre con resultados enteramente satisfactorios, lo admito!.

Los años de "aprendiz" con mi padre eran muy valorables, del resto soy autodidacta. La práctica y a lo largo la experiencia  son imprescindibles para el exito como restaurador combinado con conocimientos profundos de la historia y de la epoca del objeto para entender los materiales, las herramientas  que tenían a su disposición los maestros para crear sus obras. - Hay que entender  y adaptar su estilo, su "lengua".


De mi español, empecé a estudiar con 31 años en preparación de mi primer viaje a Argentina.
Los lectores de mi "rincón" me perdonarán las infracciones numerosas contra la gramática y ortografía  de este hermoso idioma. !Me esforzaré dar lo mejor posible  (evitando los errores, por supuesto).


El gramófono " Prinz Heinrich" - sujeto de la primera presentación de mis restauraciones -  es uno de los más raros y buscados de fabricación europea. Fue presentado al público por primera vez en la renombrada "Feria Comercial" (Leipziger Messe) de Leipzig/Alemania en 1907.  
Su mecanismo está integrado en un automóvil  miniaturizado de madera  según  el famoso modelo "Mercedes Simplex" usado por el Príncipe Enrique (Prinz Heinrich), hermano del Emperador Guillermo (Kaiser Wilhelm) de Alemania.



La mayoría de los modelos eran  autómatas "monederos", o sea que se los utilizaban en cafeterías, restaurantes y otros espacios públicos,  y  funcionaban después de insertar una moneda.
Algunos eran aparatos de función comun - y uno de esos  me trajo un amigo coleccionista para que se lo restaurara.  



El cochecito estaba de estado triste, sucio e incompleto , carecía del mecanismo interior, o sea del gramófono completo.  


Se veía que el vehículo había servido (mejor dicho: quedaba abusado) de juguete para niños que se sentaban por encima y -  ¡ arrastraron el pobre "Mercedes Simplex Principe Enrique" !





La serie de fotos  muestra solamente los pasos esenciales de la restauración y reconstrucción de este gramófono tan encantador.

Los colegas restauradores sabrán de los problemas numerosos para resolver, de la multitud de maniobras, de reveses sufridos  y  de " sudor y lágrimas".






El hecho de que se encuentra  un ejemplar del "Prinz Heinrich" en mi colección me facilitaba considerablemente la reconstrucción  aunque los dos modelos no son del todo idénticos .






Uno de los desafíos fue reconstruir el gramófono integrado  de manera que no afectara la sustancia original del coche o sea que podría ser removido sin dejar huella ninguna en caso de encontrar los repuestos originales quizás (¡no muy probable!).


Tuve que  construir la caja del gramófono según el ejemplo del modelo en mi colección, encontrar un motor adecuado y adaptarlo de manera que fuera posible remontarlo a través de una manivela vertical como en el original de este tipo.


La bocina hice de fragmentos de bocinas integradas de gramófonos portátiles y las otras partes que faltaban les intenté de reconstruir de los materiales adecuados y del  aspecto  más autentico posible.

Limpié muy cuidadosamente la carrocería sacando solamente la suciedad obtenida después de la "carrera" de gramófono sin destruir la pátina.












Un papel considerable lo hace la pintura y la pátina artificial para igualar los matices. Restauradores conocen  las dificultades para lograr eso.






No me parece necesario comentar cada uno de los pasos de la restauración, las fotos hablan para si mismo aunque representan solamente un extracto de todos los trabajos.


El grado de la restauración corresponde con mi "filosofía restauratoria" según la que la pátina auténtica tiene que ser conservada  como criterio más importante y el objeto mostrando - la restauración una vez completa - un estado de "usado - pero bien cuidado". ( Hay muchas "filosofías restauratorias" diferentes , quizás tantas como hay restauradores).





Gracias a los visitantes de mi "rincón" - ¡Qué se diviertan!

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