martes, 25 de mayo de 2010

Alfombras orientales. Introducción histórica, materiales y técnicas (I)

Las alfombras orientales anudadas a mano son uno de los logros artísticos más gloriosos del hombre, y ello se debe fundamentalmente a que, para sus fabricantes, no se trata tan sólo de un objeto con el que recubrir el suelo. Realmente, su elaboración ocupa gran parte de la vida de sus tejedores, y la delicadeza de sus dibujos y su interpretación artística, constituyen los elementos fundamentales de su historia y cultura.

A pesar de ello, y de que en los siglos XVI y XVII las alfombras orientales eran codiciadas y atesoradas por gran número de gobernantes y aristócratas, y -en el s.XVII- por la burguesía rica, el reconocimiento y el aprecio del tejido oriental ha ido decreciendo. Tanto en términos críticos como comerciales, el tejido de la alfombra oriental, es la menos reconocida de las grandes formas artísticas.

Por supuesto, el tejido de alfombras no es un asunto exclusivamente oriental, ya que en Europa también existe una larga y expléndida tradición en la producción de alfombras, siendo la Península Ibérica una de las regiones de tejido más conocidas, lo que no es sorprendente dada su influencia árabe, o como lo son los paises del Este europeo que circundan los Balcanes, ya que estuvieron largo tiempo bajo dominio turco. También tienen una larga tradición en el tejido de alfombras y tejidos Inglaterra, Francia, Alemania, Escandinavia, Suiza, Italia y Polonia. De todas formas, caben pocas dudas de que en Occidente su importancia artística ha sido apenas reconocida.

Las alfombras orientales pueden clasificarse en dos tipos según la manera en la que han sido realizadas: alfombras de mechones anudados y alfombras de tejido plano o de tipo tapiz. Generalmente se piensa que el tejido de pelos, o anudado, técnica usada para hacer las alfombras más elegantes, es una variante del tejido liso o de tapiz, y puede haberse empezado a utilizar en el periodo neolítico, entre los siglos IX y VII a.C.

En 1947, se descubrió un alfombra entera de mechones anudados, en la cámara mortuoria de un príncipe escita del s.V a.C., en Pazyryk, Siberia (imagen derecha). Hoy en día es el ejemplar más antiguo que existe, y su sofisticación, con doscientos nudos simétricos por pulgada, probablemente de origen persa, indica que la trama de anudado, era ya un arte antiguo en su época. Esta pieza, se encuentra en el Museo Hermitage de San Petersburgo.

El arte de tejer alfombras los practican varios grupos sociales del mundo. La mayoría de las alfombras anudadas a mano están hechas en Iran, Turquía, Rusia, Rumanía, Bulgaria, Afganistan, Turquestan, China, India y Paquistán. Algunas otras de textura y ligadura plana, conocidas como kelim o gelim, proceden de los indios de Norteamérica, de Méjico y de Sudamérica.

Respecto a los materiales con los que son fabricadas podemos decir que en el caso de las alfombras de mechones anudados, en el tejido de trama y urdimbre del basamento se usa el algodón y el yute, mientras que el mechón normalmente está hecho a base de lana de cordero hilada, aunque en algunos casos también es usado, por algunas tribus nómadas, el pelo de cabra y el de camello. Las alfombras turcas de Kayseri, son una excepción, pues están tejidas íntegramente con algodón. Este algodón ha sufrido un proceso químico, llamado mercerización, que proporciona a la superficie de las fibras unas cualidades de suavidad, fineza y lustre, que hacen que suela designarse como seda artificial.

Las alfombras más prestigiosas y solicitadas de todas la alfombras orientales anudadas a mano son las realizadas de verdadera seda natural.

Las alfombras tipo tapiz como las kelim y sumak suelen estar hechas de lana, o de una combinación de lana y algodón.

Como vereis, para apreciar en todo su valor la destreza de estos artistas, es importante tener conocimiento de los principios básicos del tejido de las alfombras, ya que existen importantes diferencias estructurales entre los distintos tipos de alfombra; pero lo que realmente le confiere valor, caracteriza y distingue unas alfombras de las otras, es su enorme variedad en cuanto a texturas, color y dibujos. Estas diferencias ayudan a los expertos, al mismo tiempo, a establecer la fecha y el lugar de origen de cada pieza.

Así mismo, las sutilezas de color y textura son tremendamente importantes para un buen restaurador, ya que ofrecen la posibilidad de llegar a una buena reparación. Hay que tener en cuenta que todas las alfombras orientales están hechas con un material perecedero, las fibras naturales, y es inevitable que en el transcurso de los años, hata las alfombras más apreciadas acaben sufriendo deterioros (pérdida de pelo, daños en orillos, flecos, bordes...).

Otro día hablaremos más en profundidad del anudado y del tejido plano, daré algunas pautas que nos pueden ayudar a distinguir un alfombra cosida a mano de una cosida a máquina y algunos trucos de limpieza.

Saludos!

sábado, 15 de mayo de 2010

Técnica "Boulle"

   El  "Boulle" es una forma de marquetería, a base de latón y carey, desarrollada y perfeccionada por André Charles Boulle (1642-1732) en la Francia de Luis XIV. También se suele calificar con este nombre a muchas piezas que fueron realizadas a finales del s. XVIII y durante el  s.XIX, cuando esta técnica cobra un nuevo impulso.
   El procedimiento consistía, básicamente, en pegar unas finas láminas de latón y carey sobre la superficie de un papel en el que se había dibujado el diseño; luego se cortaba con una sierra de marquetería. Las piezas así obtenidas se separaban y se volvían a juntar combinándolas entre sí, obteniendo de esta forma dos tipos de marquetería; una con el fondo de carey y el dibujo de latón, llamada "première partie" y la inversa o "contrapartie". A veces se le añadían otros materiales como la plata o la madreperla, para mejorar el efecto decorativo. Otras veces se le grababan finas líneas al latón, que luego se rellenaban de un pasta coloreada, realzando su apariencia.
   De Boulle, hay muchos bellos ejemplos, aunque quizás sean dignas de mención las famosas cómodas que realizó en 1709  para Luis XIV y que se complementan entre sí ("premiére partie" y "contrapartie"). Este magnífico ebanista fue el padre de esta tipología de mueble. El diseño que vemos en la foto es uno de los más antiguos en cuanto a cómodas se refiere.

martes, 11 de mayo de 2010

El Lápiz


Os habeis parado a pensar que algunos de los diseños más interesantes, son los objetos más cotidianos y sencillos? Como por ejemplo el lápiz. La fabricación en serie de este elemento tan común en nuestras vidas tuvo comienzo en la Alemania del s. XVII. Actualmente se hace de la manera que aparece en la imagen:

          * la madera (de cedro) se corta en bloques cuadrados y después en tablillas finas.
          * estas tablillas, que tienen la mitad del grosor del lápiz acabado, han de ranurarse para albergar el grafito.
          *seguidamente encolamos dos tablillas a modo de sandwich, dando lugar al lápiz que ya está listo para pintarlo, o usarlo directamente.

                     Me encanta saber el origen de los objetos que usamos...y a vosotros?

sábado, 8 de mayo de 2010

Empezamos con una anécdota...

Esta historia tiene que ver con el cambio que se produjo, allá por el siglo XVIII, en la forma de ver y comprender el uso del mueble. Por primera vez unidas de la mano comodidad y lujo, se desarrolla un completo repertorio de tipos de mueble para los más variados fines. Mullidas butacas que aún hoy en día hacen las delicias de tardes de lecturas y confidencias...


Pareja de sillas Luis XV, tapizadas en petit point.
Por fin se le permitía al cuerpo humano relajarse y liberarse, -aunque sólo fuese en la intimidad-, de los convencionalismos que lo encorsetaban.

La anécdota que os quiero contar, relata el momento en el que se le pregunta a una de las hijas solteras de Luis XV, por qué no había entrado en un convento como su hermana doña Luisa, a lo que ella respondió con esta encantadora frase:
"C´est un fauteuil qui me perd" ("Es un sillón lo que me pierde").
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