viernes, 1 de abril de 2011

Cómo arreglar un travesaño partido (II).

Hola amigos lectores!, quiero mostraros otro ejemplo de reparación de un travesaño partido, que en este caso tiene la dificultad de formar parte de la estructura de un asiento de enea. El travesaño se partió porque estaba carcomido, pero la enea estaba en perfecto estado, así que era una pena tener que destruirla tan sólo por una pieza, que con un poquito de paciencia y maña, podemos sustituir. Aquí os muestro los pasos a seguir:


Como podéis ver, se extrajo el travesaño delantero del asiento, que era el que estaba partido. Para ello hubo que abrir algunos de los ensambles del resto de la silla, a fin de poder conseguir un poco de espacio de trabajo.


En la caja, quedaron los restos del extremo del travesaño partido, así que, de igual manera que se hizo con el ejemplo de la sillita infantil, la limpiamos con la ayuda de un taladro y una broca.


Cortamos una pieza que reconstruya la forma del travesaño partido (tengamos en cuenta que hemos de añadirle a la medida total el trozo que perdió), procurando hacer la parte curva un poco más estrecha ya que facilitará el paso por dentro de la tapicería de la enea, y nos permitirá volver a ensamblar el travesaño, al ofrecer menos resistencia.
Un detalle a tener en cuenta es que la pieza elegida no tenga nudos en los extremos, ya que al ser la zona más estrecha y que más tensión va a soportar, puede partirse, como sucedió en el proceso de trabajo con este pedazo de madera de tea que se eligió en primer lugar. Al intentar ensamblarlo, partió por el extremo que tenía nudo, así que se cortó de nuevo usando otra madera sin defectos.


Como vemos, hay que abrir un poco los ensambles que más juego nos vayan a dar, para poder trabajar con más espacio y mayor comodidad.


Y comenzamos a introducir el travesaño por dentro de la enea, primero de un lado, a la distancia que muestra la foto, para que el trozo restante que quede por introducir sea más pequeño, ya que es la parte más difícil.


Una vez dentro, tan sólo nos queda volver a introducir todos los ensambles en su sitio y para ello nos podemos ayudar de sargentos o prensas.


Y éste es el resultado final. El asiento ha recuperado su funcionalidad y no hemos tenido que sustituir la enea, que es un elemento original de esta mecedora, y por tanto la revaloriza.
Ya os mostraré el proceso completo de la restauración de esta preciosa mecedora encontrada en la basura.

¡Un saludo!


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